¡Menorca! La isla de los vientos, las calas escondidas y los faros majestuosos. Mi maravillosa isla, mi amada isla. Finalmente, tengo la oportunidad de explorar el Faro de Favàritx. La mañana es ya calurosa cuando llegamos al aparcamiento. El faro, a lo lejos, se alza ante nosotros, una torre blanca y negra que parece tocar el cielo. El viento sopla con débilmente, pero consigo notar el aroma salado del mar. Mis padres y mi hermana comenzamos la caminata hacia el faro. El sendero está rodeado de arbustos bajos y rocas grises. Veo el mar extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Está en calma, típico de la época en la que estamos, reluce como un espejo. El faro se alza sobre un acantilado, y las vistas son impresionantes. Las rocas afiladas se sumergen en el mar, y las gaviotas vuelan en círculos. Me siento pequeño y grande al mismo tiempo, como si estuviera en el borde del mundo. Mi padre me explica para que sirve el faro, cuando se construyó y un poco de su historia. Me habla de las rocas, de los sedimentos, de los estratos, de la fauna que hay en la zona, aunque parezca un paisaje lunar hay mucha vida. Hay cosas que no entiendo, pero él me las explica lo mejor que puede. Ya es mediodía, tenemos que irnos a comer. Cuando nos vamos, miro atrás una última vez. El faro se desvanece en el horizonte, pero su luz sigue brillando en mi corazón. Este verano, este día, quedará grabado en mi memoria como una aventura inolvidable. 🌟🏞️